miércoles, 6 de agosto de 2014

Nacemos, crecemos, desaprovechamos y desaparecemos.

               "La vida es cómo una caja de bombones, nunca sabes que te va a tocar." 
Tom Hanks en Forrest Gump.

Comenzamos con esta magnífica cita del film de Forrest Gump para hacer de abridor al tema que vamos a discutir hoy. Pero antes de nada, pongámonos en situación:
Siete mil millones de personas en todo el planeta Tierra. Según el Banco Mundial, 1,1 mil millones de personas vive con menos de un dólar al día, junto a los 2,3 mil millones que viven con menos de 2 dólares. Las catástrofes de variadas índoles acometidas en nuestro globo terráqueo son de una pluralidad exacerbada. Guerras, hambre, pobreza, tráfico humano, terrorismo, enfermedades, dictaduras, y un sinfín más de desgracias humanitarias. Somos de los pocos en este planeta con la suerte de disfrutar el día a día sin tener grandes cargas encima, siendo los problemas más importantes tales como no tener dinero para salir de fiesta este fin de semana o que Fulanita o Menganito no quiera quedar para tomarse algo conmigo.

Somos muy afortunados en sí. Hay personas más positivas, con una filosofía de vida bastante optimista, al igual que otros son el pesimismo encarnado; pero lo que quiero dar a entender es que, todos (o al menos un 99,9% de los lectores humildes que me leen) podrán decir que tienen suerte de vivir en una época y país acertados, que millones envidiarían. Se que la crisis ha hecho mella en todo el mapamundi, pero aún así somos afortunados de no haber nacido como otras pobres criaturas en países tan demacrados como en Siria, gran parte de África y Asia, y un largo etcétera.                

Como comente en mi anterior artículo "Tengo demasiados problemas" (http://jesusmanzax.blogspot.com.es/2014/07/tengo-demasiados-problemas.html) nos quejamos demasiado sin tener en cuenta lo que podemos disfrutar y no lo hacemos. Nos tomamos la vida en muchas ocasiones como un problema, sin ver que la solución está frente a nosotros. No la queremos ver, no nos queremos dar cuenta de que la desaprovechamos en multitud de momentos. No vivimos con intensidad, envidiamos, criticamos, atacamos, humillamos y engañamos en exceso. Nos deprimimos con cada vez más intensidad, nos quejamos constantemente. 
Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, he ahí el problema, que no sabemos sintetizar la fabulosa e increíble vida que podemos llegar a tener si no fuera por la venda que nos ponemos nosotros mismo, llámenlo auto-sabotaje, llámenlo personalidad de cada individuo, pues yo en mi más humilde opinión lo argumento como desaprovechar las oportunidades que nos conceden.

Amen, lloren, rían, corran, salten, quieran, odien, piensen, relájense, sufran, disfruten... VIVAN.

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