jueves, 7 de agosto de 2014

El actual amor.

                             El amor, oh que bonito y que todo. Un sentimiento maravilloso aquél, el que te hace sentir como si en una atracción emocional llena de loopings se tratase. Esos nudos en el estómago que se producen cuando empiezas a sentir cariño por esa persona, ese enorme vacío existencial que ahonda en todo tu cuerpo cuando no sale como esperabas, o esa infinita alegría que te inunda al compartir momentos con él o ella. 


                             Bien, pues en esta sociedad actual digamos que, existen "dos tipos de amor". Exacto, como lo leen queridos lectores, y los definiremos como el amor real, el que te hace sentir en extremos, el que viene narrado en las novelas de Robert James Waller o Shakespeare, ese que te ocasiona confusión, que te ocasiona felicidad, ira y nostalgia, todo al mismo tiempo; y el amor cutre, el falso, el de mercadillo, ese amor que se siente en tres días contados, hacia una persona que desconoces totalmente, ese amor que lo gritas a los cuatro vientos cuando es un sentimiento totalmente sobrevalorado, ese amor al que le pones de nombre "cielo" o "mi vida" cuando jamás has tenido una sola conversación profunda, sin conexión alguna.
Por supuesto que soy consciente de que cada persona tiene una forma de medir personal de lo que siente, de lo que puede llegar a amar. Hay personas que realmente se pueden enamorar en menos de una semana, habiendo sin embargo otras que pueden tardar años. Pero no, no quiero referirme a eso con amor cutre. El amor cutre va centrado en personas que dicen los "te amo" como de gracias o de nada se tratasen. Esas personas que ayer le dijeron "te quiero junto a mi siempre" a X y hoy se lo dicen a Y. Que decir, que la palabrería de esta índole, que no romántica sino empalagosa, es de lo más poco original que existe.

                             Lo triste y cien por cien real de este artículo que me hallo escribiendo es, que el amor cutre hoy en día cada vez está cogiendo más adeptos. Puede ser porque la sociedad avanza, puede ser porque se estén infravalorando los sentimientos o puede ser porque me haya quedado algo anticuado respecto a los tiempos que corren. Obviamente, por supuesto que siguen quedando historias de amor de las que te hacen sentir un vuelco emocional, pero menos que antes. No os voy a decir que cambiéis, no voy a quejarme de lo que cada uno siente o deja de sentir, no soy un Romeo ni un Charles Boyer, solo soy una persona con una critica sutil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario